jueves, 7 de abril de 2011

La APEAN por el Alentejo

Foto: Catedral de Évora


Entre los días 25 y 28 de febrero de 2011 la Asociación de profesores de español Elio Antonio de Nebrija realizó un viaje por el Alentejo portugués siguiendo las rutas de los castillos y la frontera con España. Alentejo significa en portugués "más allá (alén) del Tajo(Tejo)"


Mértola on PhotoPeach

En Mértola, ciudad separada de España por el río Guadiana, entramos en contacto con las primeras construcciones defensivas y una pequeña iglesia con decoración indígena y que, al parecer, fue una antigua mezquita.


Beja (Portugal) on PhotoPeach

Por la tarde llegamos a Beja, la "joya de la planicie" como la llaman por allí, donde se encuentra la torre del homenaje más alta de Portugal construida con el mármol de la zona por el rey D. Dionís. También aquí se encuentra el Museo Regional de la Reina Leonor, en el antiguo recinto del convento de Nossa Señora da Conceiçao, donde vivió la monja Mariana Alcaforado, autora de las "Cartas portuguesas" o "Cartas de amor de la monja portuguesa" (1669), cinco famosas cartas de amor consideradas como una obra maestra de la literatura universal.
Al final de la tarde llegamos a Évora donde nos alojaríamos las tres noches.



Évora, ciudad patrimonial, habitada desde la prehistoria como demuestra el recinto megalítico de los Almendres (que no pudimos visitar), más tarde ciudad romana (termas bien conservadas dentro del ayuntamiento y las ruinas del templo romano), con una catedral de los siglos XIII-XIV, un espléndido acueducto del s. XVI. Fue residencia de la monarquía portuguesa en la época de la expansión colonial y aquí se asentaron nobles y comerciantes que dieron pujanza a la ciudad. Hoy se percibe ese aire de glorias pasada envuelto en un toque de decadencia que destaca la desmesura de algunas construcciones.
A lo largo de las tardes iríamos descubriendo los rincones de la ciudad; una ciudad que gira en torno a la plaza Giraldo, parcialmente porticada con arcos irregulares fruto de las necesidades y posibilidades de los tenderos que exponían allí sus mercancías desde la antigüedad.

Estremoz (Portugal) on PhotoPeach

Pero el Alentejo es muy rico y variado así que ocupamos la tarde en Estremoz, ciudad rodeada de vides y cercada por fortificaciones del siglo XVII. Tendríamos que ser guiados por un coche de la policía local para acceder a la ciudad por el puente levadizo que aún se conserva. Las proximidades de canteras de mármol han hecho que los bordillos de las aceras, dinteles y jambas de las puertas, aún de las más humildes, utilicen este material tan valorado en otras regiones.
El centro de la ciudad está dominado por la torre del homenaje del castillo construido por el rey D. Dinís para su esposa y que hoy es la "Pousada Rainha Santa Isabel".

Marvao (Portugal) on PhotoPeach

La mañana del 27 partimos hacia Marvao, situado a la altura de los llanos de Valencia de Alcántara, de Cáceres, otra población encaramada en la montaña y que conserva un magnífico casco medieval. El castillo también fue mandado levantar por el rey D. Dinís para defenderse de los castellanos. En su recinto se conserva en perfecto estado una enorme cisterna que acumulaba el agua de lluvia y servía para abastecer a la ciudad.



De Marvao nos fuimos a Castelo de Vide, cerca de Marvao. El pueblo se desparrama a ambos lados de una montaña y conserva en la parte más alta el nido de águila de otro castillo también construido por D. Dinís. Estamos en toda la zona fronteriza en permanente conflicto con Castilla. En el recinto amurallado se mantiene habitado el antiguo barrio medieval, primorosamente cuidado por sus habitantes que establecen competiciones en primavera por el adorno de sus calles.



Hasta el momento todo discurría con normalidad: cielos despejados, temperatura primaveral, colores puros, estómagos satisfechos... pero cuando nos dirigíamos a Vila ViÇosa, el autobús se rindió, rompió la correa de ventilación y, como nos faltaba un texto teatral en nuestro programa, asistimos a un improvisado sainete que nos mantuvo en vilo hasta la llegada a Évora: el héroe-conductor peleando contra la adversidad sin herramientas, el voluntario-ayudante que ofreció su fuerza para "amarrar" un alambre, las instrucciones telefónicas del mecánico experto "ummm cuando llegues hablamos, si eso...", la atenta mirada de dos policías de la Guardia Nacional Republicana con las manos en los bolsillos, y las opiniones múltiples de los pasajeros.



Finalmente llegamos a Évora apurando al límite las baterías de reserva del autobús y conteniendo la respiración como si pudiéramos hacer más ligera la carga.

Monsaraz on PhotoPeach

A la mañana siguiente, ya arreglada la avería por el equipo mecánico que llegó desde Sevilla salimos hacia Monsaraz, la ciudad medieval más turística de las visitadas, que se encuentra e las inmediaciones de la presa de Alqueva, el mayor lago artificial de Europa (4150 millones de m³ que retiene las aguas del Guadiana para favorecer el desarrollo de toda esta zona del Alentejo. El interior del castillo ha sido remodelado para convertirlo en plaza de toros con sus gradas y sus toriles de piedra. También de piedra será el suelo de las calles que armoniza con el blanco limpísimo de las paredes y el azul puro de las zonas elevadas.



El tiempo corría veloz y enfilamos la carretera ya hacia Elvas, la ciudad fronteriza con España que conserva una triple fortificación para defenderse una vez más de los españoles. Este conflicto duró hasta el siglo XIX. Hoy es una ciudad hermanada con Badajoz y ambas viven del intercambio comercial y turístico.



A la caída de la tarde llegamos a Sevilla después de sufrir estoicamente la caravana de acceso a la ciudad como ocurre todos los fines de semana debido al afán viajero que nos domina.

Fotos y texto: Juana G. Linares